martes, 15 de febrero de 2011

4º Desayuno empresarial: “Integridad: Actúo como creo y Creo como actúo”

La cuarta conferencia del ciclo Vivir los Valores en la Empresa plantea el reto personal y empresarial de construir lo que queremos ser a partir de la Integridad de nuestras acciones

Sevilla, 15 de febrero de 2011

Bajo el título “Integridad: Actúo como creo y Creo como actúo”, culminó ayer con éxito y alta participación del público asistente, la penúltima conferencia del Ciclo Vivir los Valores en la Empresa, organizado por Diversia Cultural junto con la Fundación Valentín de Madariaga y el Centro de Investigación en Valores Sociales y Empresariales (CIVSEM).

La conferencia fue presentada por Concepción Yoldi, Presidenta de la Fundación Persan e impartida por Miguel Ángel Velázquez, Director del CIVSEM. En esta ocasión, la “Integridad” fue el valor protagonista, entendida como la capacidad de “Asumir la responsabilidad de nuestras acciones y de la persona que construimos al actuar como actuamos”. Un valor que tiene que ver con el diseño y la construcción de nuestra vida diaria, de lo que queremos ser como persona o empresa.

Tanto en el plano personal como en el empresarial, la clave está en liderar nuestra vida respetando nuestra esencia. Aquello con lo que queremos ser identificados. En palabras de Miguel Ángel: “lo importante no es lo que cambiamos, sino lo que conservamos, nuestra identidad”. En este contexto surge la importancia de la consciencia como aquello que nos permite ser personas íntegras “La consciencia nos permite crear el mundo en el que queremos vivir”. Ser lo suficientemente capaces de ver nuestra vida desde otras perspectivas para identificar nuestras propias ataduras que limitan nuestras actuaciones y poder despojarnos de ellas.

La construcción de empresas íntegras, por su parte, se define cuando la integridad se convierte en el marco ético de la empresa mediante la creación de códigos, principios básicos, la generación de espacios de convivencia y la búsqueda de sistemas para ponerlos en práctica. ¿Cómo queremos que sea vista nuestra empresa? ¿Qué queremos conservar y transformar?.

Por último, la reflexión de lo que somos, la visión de lo que queremos construir, las personas con las que compartimos, la calidad de las conversaciones y nuestras acciones basadas en los planteamientos de la integridad, son factores esenciales en la definición de nuestro mundo y la forma como actuamos en él.

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